Tal vez ya te has dado cuenta que los softwares, más conocidos como los programas que utilizamos en distintos dispositivos (en computadores, tables, teléfonos, televisores, etc.) ya no causan tanto revuelo como si lo hicieron en algún momento durante el boom de las aplicaciones. Gran parte de esto se debe a que hoy ya no hay tantas preguntas que responder, tanto en su desarrollo técnico (cada día es más fácil desarrollar buen software) como en aspectos relacionado a su uso (la interfaz de usuario de las aplicaciones es cada día más parecida), acelerándose la aparición de este tipo de soluciones y estando aparentemente saturado su mercado.

El software se ha vuelto más accesible, y esto es importante y definitorio, porque permite enfocar la resolución de las grandes preguntas del desarrollo de productos en otro tipo de temáticas, más específicas y cercanas, que tienen relación directa con los objetos que están en nuestro entorno. Algunos dicen que hoy es el boom del Internet de las cosas, que es cuando podemos utilizar nuestro conocimiento en desarrollo de software para intervenir, mejorar y conectar los objetos de nuestro entorno al mundo digital. 

Wired, un medio referente en tecnología, nos plantea una visión relacionada a este nuevo mundo en que el software accesible, en conjunto con otras herramientas como la impresión 3d y el prototipeo ágil, permiten que se comience a desarrollar este nuevo mercado, que aparentemente es nuestro futuro próximo. En este nuevo mundo, Silicon Valley, más conocido como el semillero y cuna de los grandes proyectos tecnológicos que hoy dominan el mercado, no es protagonista, debido a que existen otras ciudades con una infraestructura mucho mejor preparada y enfocadas en propiciar el desarrollo de productos que comuniquen hardware y software. El gran protagonista de esta historia es Shenzhen, la ciudad China conocida hoy como la capital del hardware. Te recomendamos ver este documental, que aborda en detalle los grandes elementos que le dan fuerza al surgimiento de este nuevo semillero tecnológico.